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64 Semana Internacional de Cine de Valladolid (SEMINCI)

 




 

PALMARÉS:

SECCIÓN OFICIAL:

Espiga de Oro: Öndög – El huevo del dinosaurio (Mongolia) de Wang Quan’an.
Espiga de Plata: La vida invisible de Eurídice Gusmão (Brasil / Alemania) de Karim Aïnouz.
Premio 'Ribera del Duero' al Mejor director: Rúnar Rúnarsson por Bergmál (Echo) (Islandia/Francia/Suiza).
Premio ‘Pilar Miró’ al Mejor Nuevo Director: Mouina Meddour por Papicha (Francia(Argelia/Bélgica/Qatar).
Mejor actriz (ex aequo): Julia Stockler y Carol Duarte por La vida invisible de Eurídice Gusmão (Brasil/Alemania).
Mejor actor: Levan Gelbakhiani por And Then We Danced (Suecia/Georgia/Francia).
Premio ‘Miguel Delibes’ al Mejor Guion: Jean-Pierre Dardenne y Luc Dardenne por El joven Ahmed (Bélgica).
Premio ‘José Salcedo’ al Mejor Montaje: Marie-Hélène Dozo y Tristan Meunier por El joven Ahmed (Bélgica).
Mejor fotografía: Aymerick Pilarski por Öndög – El huevo del dinosaurio (Mongolia).

Premio Blogos de Oro: Intemperie de Benito Zambrano (España)

Premio al Mejor Cortometraje Europeo: Carne (Flesh), de Camila Kater (Brasil/España)
Espiga de Plata al Cortometraje: Movements, de Dahee Jeong (Corea del Sur)
Espiga de Oro al Cortometraje: The Physics Of Sorrow (Física de la tristeza), de Theodore Ushev (Canadá)



PUNTO DE ENCUENTRO

Mejor Largometraje: O fim do mundo (El fin del mundo), de Basil Da Cunha (Suiza)
Mención Especial: Bik Eneich: Un Fils (A Son), de Mehdi M. Barsaoui (Túnez/Francia/Líbano/Qatar)
Mejor Cortometraje Extranjero: Hãy tỉnh thức và sẵn sàng (Stay Awake, Be Ready), de Pham Thien An (Vietnam/Corea del sur/EEUU)
Mejor Cortometraje ‘La Noche del Corto Español’: Solsticio de verano, de Carlota González-Adrio

TIEMPO DE HISTORIA

Primer Premio de la sección documental: 'The Cave' (La cueva), de Feras Fayyad (Siria/Dinamarca/Alemania/EEUU/Catar)
Mención Especial: Colectiv, de Alexander Nanau (Rumania/Luxemburgo)
Mejor cortometraje: Frisson d’amour (El cosquilleo del amor), de Maxence Stamatiadis (Francia)

OTROS PREMIOS

Premio FIPRESCI: La vida invisible de Eurídice Gusmão (Brasil / Alemania) de Karim Aïnouz.
Premio del Público Sección Oficial: Papicha, de Mounia Meddour.
Premio del Público Punto de Encuentro: Bik Eneich: Un Fils (Un hijo) de Mehdi M. Barsaoui.
Espiga Arco Iris: Da Cven Vicekvet (And Then We Danced) de Levan Akin.
Mención especial Espiga Arco Iris: Nech Je Svetlo (Let There Be Light) de Marko Skop (Eslovaquia/República Checa).
Premio de la Juventud Sección Oficial: The Farewell, de Lulu Wang.
Premio de la Juventud Punto de Encuentro: Le Miracle du saint inconnu (El milagro del santo desconocido) de Alaa Eddine Aljem.
Espiga Verde: Honeyland, de Ljubo Stefanov y Tamara Kotevska
Premio Dunia Ayaso de la Fundación SGAE: La hija de un ladrón, de Belén Funes
Premio Sociograph: La vida invisible de Eurídice Gusmão (Brasil / Alemania) de Karim Aïnouz.

 

PRIMERAS IMPRESIONES Y VALORACIÓN PERSONAL DE ESTA EDICIÓN:

Es el séptimo año que acudo a Valladolid para vivir este Festival y aunque le tengo un profundo cariño, bien es cierto que durante las semanas hubo varias impresiones comunes que convergían entre la mayoría de gente, acreditados y público, con los que tuve la oportunidad de charlar y que paso a desgranar por aquí.

El Festival está creciendo a nivel de asistentes a las proyecciones, pero surge la duda de si es un crecimiento real que pueda trasladarse al interés que tiene la industria, los medios de comunicación y la cinefilia de fuera de la ciudad por el Festival. La sensación en general es que hay cierto estancamiento en ese sentido y que en los últimos años el Festival parece querer fotocopiar su fórmula más que desarrollar una personalidad en auge, esa asistencia creciente se debe más a invitaciones a escuelas e iniciativas de ese tipo que a nuevos cinéfilos comprando entradas, como ejemplo puedo poner las apenas 20 personas que asistimos a la proyección de 'El Bosque del Lobo' de Pedro Olea con presencia del propio director en un Q&A interesantísimo.

Me explico. De una edición a otra, es una sensación habitual que las películas que se proyectan siguen una misma dinámica, que la selección se hace más por su temática o país de origen que por una intención realmente autoral o de riesgo que marque la pauta de Seminci frente a otros festivales en crecimiento como Gijón o Sevilla que parecen querer comerle la tostada. Puede tratarse de una decisión de la dirección totalmente respetable en aires de impregnar de lo que podría definirse un estilo o sello al Festival, pero se corre el riesgo de adormecer el hambre cinéfila de los seminceros de toda la vida, esos que buscan en el cine de Seminci algunas películas que se salgan de los cánones habituales de la cinematografía que pueden encontrar habitualmente en las salas comerciales.

Está claro que eso es algo que dependerá en cada edición, como los vinos, de la cosecha de ese año, pero sí que puedo decir a nivel personal que algunas de las películas seleccionadas podrían perfectamente intercambiarse de un año a otro y no desentonar, es más, dentro de unos años podríamos confundirlas fácilmente por tratar temas parecidos contados con un estilo similar. Por ejemplo, las bromas esta semana han sido habituales respecto a cuantos partos de becerros hemos visto, cuantas mujeres embarazadas que algunas también acababan pariendo en pantalla o cuantas películas hablaban sobre la libertad de la mujer en el mundo árabe, etc, etc. A veces, uno tiene la sensación que se existe predilección por abordar unos determinados temas y por la presencia de unas determinadas cinematografías que se repiten año tras año, cuando estoy convencido que por el mundo se cuentan muchas más historias y de formas diferentes.

Por ejemplo, no es más cine de autor una película de Tunez que de Estados Unidos o España, por el simple hecho de proceder de ese país, ni tampoco la de un director desconocido con 23 consonantes en su apellido lo es más que la de un director más consagrado. Ha bajado mucho el nivel de "nombres" en esta edición y a colación con lo del cine español, los últimos años ha tenido una presencia testimonial, solo dos películas en Sección Oficial este año que fueron curiosamente de las más comentadas, aunque por motivos distintos, 'Intemperie' y 'El Plan', mientras que en Punto de Encuentro solo había una, 'Un Tiempo Precioso' de Miguel Molina. Cuando otros festivales como San Sebastián y Sevilla han abierto de par en par sus puertas al cine español, Valladolid sigue mirándolo de reojo y eso que a veces sorprende con estrenos (o casi) dentro de su sección no competitiva Spanish Cinema, este año fueron 'Parking' y 'Letters to Paul Morrisey' y en otros años pelis como 'La madriguera', 'La mano invisible' o 'Ira' llegaban sin pasar por otros festivales, por citar algunos ejemplos.

Dicho esto, algo que me parecía importante porque ha estado muy presente en los debates entre películas que surgían entre seminceros de toda la vida y entre adoptados de nueva hornada como yo, la calidad media de esta 64 edición a mi me ha parecido más que correcta aunque posiblemente por debajo de los últimos años, en parte por lo que estaba comentando y en parte porque más allá de 'And then we danced', 'Öndög' y 'Lara', no he encontrado películas en la Sección Oficial que me hayan fascinado o asombrado, sí que ha habido un buen puñado de propuestas interesantes, pero en general la palabra más utilizada tras una proyección era que la película era simplemente "correcta". También es cierto que otros festivales a los que hemos asistido este año como San Sebastián o Sitges, tampoco han disfrutado de sus mejores ediciones, así que tal vez 2019 era una cosecha flojita a nivel general.

Más allá de estas consideraciones, como siempre, Valladolid me ha acogido estupendamente y he disfrutado mucho del Festival pese al frío y la lluvia, le tengo especial cariño a Seminci y espero que nos veamos en la próxima edición y que el festival no se quede ensimismado en sí mismo, parafraseando al propio director del mismo, Javier Angulo.

 

 

CRÍTICAS:

(EN ACTUALIZACIÓN CONSTANTE, VISÍTANOS A MENUDO)

Ya de vuelta a casa, iremos añadiendo las críticas de todas las películas que pudimos ver durante el Festival, ten paciencia y no dejes de visitar la página para no perderte ninguna!!! Entre San Sebastián, Sitges y Seminci, tenemos más de 90 críticas pendientes para ir subiendo!!! Y lamentablemente no vivimos de esto y tenemos que combinarlo con el resto de nuestras ocupaciones. Intentaremos ir actualizando casi a diario y añadiendo nuevas críticas a partir de ahora.

 

SECCIÓN OFICIAL

 

'MESTARI CHENG (MASTER CHENG)' de Mika Kaurismäki (Finlandia / Reino Unido / China) -114 min.-
Intérpretes: Corinna Harfouch, Tom Schilling, André Jung, Volkmar Kleinert, Rainer Bock, Gudrun Ritter, Susanne Bredehöft, Maria Dragus.

(Sección Oficial - Clausura)

Sinopsis: Tras la muerte de su esposa, Cheng, cocinero profesional, viaja con su hijo pequeño a una aldea remota de Finlandia para reunirse con un viejo amigo que conoció en Shanghái. A su llega da, no encuentra a nadie que conozca a su amigo, pero la dueña del café del pueblo, Sirkka, le ofrece alojamiento y, a cambio, Cheng la ayuda en la cocina sorprendiendo a los lugareños con las delicias de la cocina china. Poco a poco, sus recetas van fomentando el contacto entre las dos culturas, separadas por una enorme distancia.

'Master Cheng' fue la película de clausura de esta Seminci, normalmente en los festivales se escoge una comedia o una película amable para finalizar con buen sabor. En esta ocasión, nos encontramos frente a una comedia romántica y culinaria tan buenista, edulcorada, previsible y llena de tópicos como puedas imaginar y mucho más. Le sobre metraje por los cuatro costados y lo que empieza con un film entrañable y bonita, terminando por agotar por su acumulación de azúcar. Una feel good movie en toda regla, muy bien realizada en el apartado técnico y con una curiosa pareja protagonista, Anna-Maija Tuokko y Chu Pak Hong, pero que pega poco en un festival de estas características.

 

'LARA' de Jan-Ole Gerster (Alemania) -98 min.-
Intérpretes: Corinna Harfouch, Tom Schilling, André Jung, Volkmar Kleinert, Rainer Bock, Gudrun Ritter, Susanne Bredehöft, Maria Dragus.

(Sección Oficial)

Sinopsis: Es el 60 cumpleaños de Lara, a quien no le faltan motivos para celebrarlo: su hijo Viktor va a dar el concierto de piano más importante de su carrera. Ella fue quien proyectó y guió su trayectoria musical, pero llevan varias semanas sin hablar y nada parece indicar que Lara será bienvenida en su debut como intérprete profesional. Sin pensárselo dos veces, compra todas las entradas que quedan a la venta y las distribuye entre cuantos se va encontrando. Pero cuanto más se esfuerza para que la velada sea un éxito, más se descontrola todo.

'Lara' fue una de las mejores películas a competición de esta Seminci, aunque sorprendentemente se fue de vacío, mucho mejor le fue en el prestigioso Festival de Karlovy Vary donde obtuvo el Premio Especial del Jurado y el premio a la mejor actriz para Corinna Harfouch. Dirigida por el germano Jan-Ole Gerster, que sorprendió en los circuitos de cine indie con su ópera prima 'Oh Boy' (2012), nos ofrece aquí un trabajo mucho más maduro. 'Lara' es un drama gélido y sobrio sobre la búsqueda de la perfección como castradora emocional en la relación con los demás y con uno mismo. La protagonista, una estupenda Corinna Harfouch, es una pianista frustrada por no haber sido capaz de alcanzar la excelencia, algo parecido a lo que sucede en la no menos brillante 'La Audición' (Ina Weisse, 2019), y que en este caso vierte toda esa exigencia malsana sobre su hijo, un pianista de éxito y compositor primerizo, que afecta a su relación emocional con él y con el resto de su entorno. El estudio del personaje principal resulta fascinante y está muy bien resulta su puesta en escena, con una fantástica fotografía de Frank Griebe. Drama psicológico y patológico que resulta tremendamente agobiante, al tiempo que visualmente resulta una experiencia muy gratificante.

 

'A VIDA INVISIVEL DE EURIDICE GUSMÃO' de Karim Aïnouz (Brasil / Alemania) -139 min.-
Intérpretes: Carol Duarte, Julia Stockler, Gregório Duvivier, Bárbara Santos, Flávia Gusmão, Fernanda Montenegro, Cristina Pereira, Flavio Bauraqui.

(Sección Oficial)

Sinopsis: Río de Janeiro, 1950. Dentro de la conservadora casa de la familia portuguesa Gusmão, Eurídice, de 18 años, y Guida, de 20, son dos inseparables hermanas que se procuran un espacio seguro para sus esperanzas y aspiraciones. Mientras Guida tiene en su hermana pequeña una fiel confidente de sus aventuras románticas, Eurídice encuentra en su enérgica hermana mayor el aliento que necesita para perseguir su sueño de convertirse en pianista profesional.

'A Vida Invisível de Eurídice Gusmão' de Karim Aïnouz, es el largo y bello título de la que fue una de las grandes triunfadoras de Seminci 2019, pese a no lograr su máximo galardón, la Espiga de Oro. A cambio obtuvo la Espiga de Plata, el Premio a la Mejor actriz (ex aequo) para Carol Duarte y Julia Stockler, el Premio FIPRESCI del Jurado de la Crítica y el Premio Sociograph que se otorga a la película "más emocionante" según los espectadores a los que se les ha puesto unos sensores para medir sus emociones.

El exitoso paso de La vida invisible de Eurídice Gusmão por Seminci, ya venía precedido de otros premios importantes como el de Mejor Película Un Certain Regard en el Festival de Cannes y el Premio del Público en Festival de Mar del Plata, además de ser la película escogida por Brasil para representarle en los Oscar en la categoría de Mejor Película Internacional (antes conocida como Mejor Película de habla no inglesa). Tantos reconocimientos deben ser por algo.

La vida invisible de Eurídice Gusmão está realizada por Karim Aïnouz, director de cine y artista visual brasileño de origen argelino, con una larga y atípica trayectoria en cine, televisión y en instalaciones de arte contemporáneo, entre cuyos trabajos destacan los largometrajes Madame Satã (2002), biopic sobre un capoerista y transformista, ambientado en un barrio bohemio del río de Janeiro de los años 30, O céu de Suely (2006), drama sobre una mujer abandonada que para salir adelante decide rifar su cuerpo entre los hombres del pueblo, o Praia do Futuro (2014), melodrama romántico de temática LGBT. En todos sus trabajos, explora con delicadeza y gran sentido estético, las relaciones e inquietudes existenciales de sus personajes. No es diferente en La vida invisible de Eurídice Gusmão donde nos ofrece un melodrama con argumento cercano al folletín telenovelesco, sobre la vida en paralelo de dos hermanas separadas por el rencor paterno, que servirá a Aïnouz para insistir en ese existencialismo de una forma tremendamente poética.

El buenhacer de Aïnouz tras la cámara, le ayuda a esquivar con habilidad el caer en el formato televisivo de este tipo de historias y le otorga una profundidad psicológica inesperada que conduce a la emoción sincera y conecta con el espectador más escéptico, contando con la inestimable colaboración en La vida invisible de Eurídice Gusmão del estupendo trabajo de la fotógrafa francesa Hélène Louvart, responsable de la cinematografía de Pina (Wim Wenders, 2011), Lazzaro Felice (Alice Rohrwacher, 2018) o Petra (Jaime Rosales, 2018), entre otras, que utiliza una paleta de colores saturada y colorista que contrasta con el drama interior de sus personajes. Son dos horas y media de metraje que no pesan en absoluto, pese a la irregularidad de algunos de los elementos que conforman la historia, como el retrato de brocha gorda de algunos personajes secundarios masculinos. Basada en la novela de Martha Batalha y con guion del propio Karim Aïnouz, escrito junto a Murilo Hauser e Inés Bortagaray, la película propone un relato de reivindicación feminista en el Brasil de los años 50, con unos personajes femeninos bien dibujados y algunas secuencias de gran emotividad como aquella en que las dos hermanas están a punto de encontrarse en un restaurante.

La vida invisible de Eurídice Gusmão está protagonizada por Carol Duarte, en el papel de Eurídice, nombre tomado de una ninfa de la mitología griega condenada a vivir en los infiernos, y por Julia Stockler, en el papel de su sufrida hermana Guida, que bien habría merecido aparecer igualmente en el título porque en muchos momentos se convierte en la protagonista del relato. Ambas realizan un trabajo magnífico sin caer en estereotipos, concediendo hondura a su extenso abanico emocional.

La vida invisible de Eurídice Gusmão tiene una narrativa de cine clásico que se agradece en estos tiempos de la cámara en mano y montajes videocliperos. A través de una inusitada elegancia fílmica, contemplaremos todas las penurias que vivirán ambas hermanas por separado y cuyo nexo en común será su imaginación, como un oasis en el barro. En su mente, cada una de ellas, recreará sobre la otra una vida ficticia que llenará sus corazones de esperanza para superar sus propias fatalidades. Esa vida ficticia es invisible para los demás, como invisibles se sienten esas dos mujeres en un mundo patriarcal que no les permite alcanzar sus sueños ni tomar sus propias decisiones. La vida invisible de Eurídice Gusmão es un relato que además tiene un muy buen cierre, una de las cosas más difíciles de hallar en el cine y que aquí funciona a la perfección. Y lo hace con una elipsis inesperada y la presencia de una Fernanda Montenegro que es todo un regalo para el espectador. Prepara los clínex.

'ADAM' de Maryam Touzani (Marruecos / Francia / Bélgica) -98 min.-
Intérpretes: Lubna Azabal, Nisrin Erradi, Douae Belkhaouda, Aziz Hattab, Hasnaa Tamtaoui.

(Sección Oficial)

Sinopsis: Abla regenta una humilde pastelería en su propia vivienda de Casablanca, donde vive sola con Warda, su hija de 8 años. Su rutina, dictada por el trabajo y las labores domésticas, se ve un día interrumpida cuando alguien llama a su puerta. Se trata de Samia, una joven embarazada que busca empleo y techo. A la pequeña le atrae la recién llegada desde el primer momento, pero la madre se opone inicialmente a acoger a la extraña en su casa. Poco a poco, sin embargo, la determinación de Abla va cediendo y la llegada de Samia les abre a las tres la posibilidad de una nueva vida.

'Adam' es un bello drama marroquí que supone el prometedor debut tras las cámaras de Maryam Touzani, que hace un retrato conmovedor sobre dos mujeres con carencias emocionales que entenderán que juntas son más fuertes. Touzani, en colaboración con su marido, el director Nabil Ayouch, ya había desarrollado el guion de 'Much Loved' (2015) y, también, fue coautora del guion y protagonista de la última película del propio Ayouch, 'Razzia' (2017). Su primera película en solitario, no obtuvo ningún reconocimiento por parte del Jurado y fue injustamente ninguneada por gran parte de la crítica. Tal vez, le perjudicó ser una de las últimas películas proyectadas de la Sección Oficial, habiendo visto ya algunas que tocaban temas parecidos. Sin embargo, 'Adam' está narrada con sencillez y una extrema sensibilidad, con interiores fotografiados con preciosismo por parte de Virginie Surdej, y que ofrece una excelente química entre las dos actrices principales, Lubna Azabal y Nisrine Erradi, que perfectamente podrían haber optado a premio. Es cierto, que el desenlace se alarga exceso y, por momentos, parezca que no sepan como acabarla, pero tiene un desarrollo suficientemente emotivo y sincero para captar nuestra atención. 'Adam', nombre masculino para una película muy femenina e intimista, nos habla de dos mujeres que aprenderán a desprenderse de sus cadenas y de las que les imponen las normas sociales patriarcales, cuya amistad les hará ayudarse mutuamente para superarlas y afrontar la vida con otra perspectiva. 'Adam' es la candidata de Marruecos para competir por el Oscar en la categoría de mejor película de habla no inglesa.

 

'HÉRADID (THE COUNTY)' de Grímur Hákonarson (Islandia / Dinamarca / Francia / Alemania) -90 min.-
Intérpretes: Arndís Hrönn Egilsdóttir, Sveinn Ólafur Gunnarsson, Sigurður Sigurjónsson, Hinrik Ólafsson, Hannes Óli Ágústsson, Edda Björg Eyjófsdóttir.

(Sección Oficial)

Sinopsis: Inga, una agricultora de mediana edad, se rebela contra la poderosa cooperativa local. Intenta sumar apoyos entre los demás agricultores del lugar para denunciar la corrupción de la cooperativa, pero se encuentra con una sólida resistencia que le obliga a desafiar la relación de dependencia y lealtad que vincula a la comunidad con el monopolio. Inga tendrá que utilizar todos sus recursos y toda su astucia para desembarazarse del control de la cooperativa y conseguir vivir de acuerdo con sus principios.

'Héraðið (The County)' es un correcto drama rural sobre una mujer, que tras perder a su marido, inicia una lucha individual contra la cooperativa a la que pertenece la granja que regenta, en búsqueda de encontrar su propia libertad personal. La película está escrita y dirigida por el islandés Grímur Hákonarson, que con su anterior obra de ficción, 'Rams (El Valle de los Carneros)' (2015), causó gran impacto logrando el premio a mejor película en Un Certain Regard en Cannes y alzándose con la Espiga de Oro en la 60ª edición. Aunque 'The County' funciona muy bien, se trata de un film menos arriesgado y más dramático que el anterior, dejando una inevitable sensación de déjà vú que nos trae a la memoria otras películas con personajes quijotescos o caprianos que se enfrentan a los poderes fácticos en una lucha desigual y que, poco a poco, logran igualar las fuerzas a base de tenacidad y de encontrar apoyos en otras personas que por sí solas no se atrevían a disentir. En esta ocasión, la crítica se centra en las cooperativas y en como suelen perder su espíritu inicial de cooperación y solidaridad para convertirse en mafias encubiertas por culpa de la condición humana y su tendencia al egoísmo y al enriquecimiento a costa de los demás. La película se deja ver con agrado, pero en ningún momento sorprende, es gracias al brillante trabajo de su protagonista, Arndis Egilsdottir, que logra mantener nuestra atención en la pantalla, pero por desgracia, perdurá poco en nuestra memoria.

 

'LE JEUNE AHMED' de Jean-Pierre Dardenne, Luc Dardenne (Bélgica / Francia) -84 min.-
Intérpretes: Idir Ben Addi, Olivier Bonnaud, Myriem Akheddiou, Victoria Bluck, Claire Bodson, Othmane Moumen, Amine Hamidou, Yassine Tarsimi.

(Sección Oficial)

Sinopsis: En la Bélgica de nuestros días, el destino del joven Ahmed, de 13 años, ha quedado atrapado entre los ideales de pureza de los que le habla su imán y las pasiones de la vida.

'Le Jeune Ahmed' es la nueva película de los Hermanos Dardenne y de toda su filmografía es la que más sensaciones encontradas me provoca. En Seminci obtuvo el Premio ‘Miguel Delibes’ al Mejor Guion para Jean-Pierre Dardenne y Luc Dardenne, y el Premio ‘José Salcedo’ al Mejor Montaje para Marie-Hélène Dozo y Tristan Meunier, pero mi impresión entre corrillos es que no causó unanimidad entre el público, aunque quede mal decir que una peli de los Dardenne no cumple las expectativas, ¡si hasta a Boyero le gustó!. El estilo Dardenne sigue intacto y funciona formalmente, su narrativa es reconocible y el tratamiento de cámara el habitual, sin embargo, cuando analizamos la historia que nos cuentan encuentro varios deslices que no me convencen para nada. Lo peor es el final. Sin querer hacer spoilers, el final es uno de los más forzados y tramposos que he visto en muchos años, al tiempo que desmonta todo el argumentario anterior de la película. Hay que recordar que su interesante historia trata sobre la radicalización islámica de un adolescente que hostigado y alentado por un Imán con el que entabla una amistad especial, sentirá la necesidad de asesinar a su profesora por considerarla impura. A priori, el tema no puede ser de más actualidad y más interesante de explorar, sin embargo, los Dardenne se centran en las idas y venidas del chaval al que se le intenta reinsertar ideológicamente, sin que su protagonista logre transmitir en ningún momento lo que siente interiormente el personaje, para mi un error de cásting clamoroso. Por otro lado, se obvia de manera absurda el detonante de la gestación de esa radicalización al fundamentalismo islámico del protagonista, se esboza alguna idea casi en off, pero me parece insuficiente si tenemos en cuenta que su entorno familiar no comparte sus ideas. Tampoco me creo la relación sentimental con la joven granjera que se introduce con calzador, ni la obsesión por asesinar a su profesora se siente real. Creo que los Dardenne han querido tocar un tema difícil y salir indemnes, han querido ser valientes, pero sin meterse en el barro, así es imposible.

 

'NONOSTANTE LA NEBBIA' de Goran Paskaljević (Italia / Serbia / Macedonia del Norte / Francia) -100 min.-
Intérpretes: Donatella Finocchiaro, Giorgio Tirabassi, Franceso Acquaroli, Luigi Diberti, Anna Galiena, Alì Mousa Sarhan, Francesca Cutolo, Gabriele Donnini.

(Sección Oficial)

Sinopsis: Paolo, el dueño de un restaurante de una pequeña localidad en la provincia de Roma, regresa a su casa una lluviosa tarde tras su jornada laboral. Por el camino repara en un niño que está acurrucado en la parada del autobús para protegerse del frío y decide llevárselo a casa. El niño se llama Mohammed y es un refugiado en situación de abandono tras haber perdido a sus padres durante el viaje a Italia a bordo de una patera hinchable. La presencia del niño molesta a la mujer de Paolo, Valeria, quien al principio se muestra indecisa y recelosa, aunque finalmente se aviene a acogerle durante aquella noche. Al cabo de un tiempo, Valeria cambia de opinión y decide quedarse con Mohamed contra viento y marea…

'Nonostante la Nebbia' es la nueva obra del veterano y prolífico director serbio Goran Paskaljević, un nombre ligado desde hace muchos años a Seminci, festival donde ha competido de manera habitual, siendo Presidente del Jurado en la edición número 60 y donde a sus 72 años ya ha logrado ganar en tres ocasiones con 'La otra América' (1995), 'Optimistas' (2006) y 'Honeymoons' (2010). En esta ocasión, estrenaba mundialmente en Valladolid el poético título de 'Nonostante la Nebbia' (A pesar de la niebla) que fue acogida con frialdad y, me atrevería a decir, con injustificable escarnio. Es cierto que no nos encontramos frente a su mejor película, pero en ella encontraremos suficientes puntos de interés para valorarla por encima de la media de estrenos semanales, como ya sucedía con su anterior obra, la también vapuleada 'Land of the Gods' (2016). 'Nonostante la Nebbia', trata los temas habituales en el director en sus últimos tiempos, habla de la xenofobia, los nacionalismos y el humanismo como única forma de combatirlos. La película que nos centra es un melodrama sobre la aceptación de la pérdida y el dolor como parte de la vida, también sobre la xenofobia contra los refugiados a la parece que nos hemos acostumbrado, para confrontarnos a una situación y preguntarnos directamente si tuviéramos que tomar partido como la pareja protagonista, ¿qué haríamos? El film toca con sensibilidad muchas teclas que me interesan, pese a que su discurso ético se dispersa en un argumento algo caótico y que también tiene tendencia a la sobreactuación dramática. El film está interpretado de manera convincente, aunque algo teatral, por Giorgio Tirabassi y Donatella Finocchiaro, con la breve aparición de Anna Galiena, en un personaje sin desarrollar. 'Nonostante la Nebbia' termina su fábula con algo de trampa y uno de los personajes desaparece bajo el manto de una espesa niebla, según palabras del propio director, "la niebla de la xenofobia", pero es su forma de encender una luz de esperanza a la deriva del mundo situando en los propios ciudadanos la posibilidad del cambio.

 

'PAPICHA' de Mounia Meddour (Francia / Argelia / Bélgica / Catar) -105 min.-
Intérpretes: Lyna Khoudri, Shirine Boutella, Nadia Kaci, Amira Hilda Douaouda, Zahra Manel Doumandji, Yasin Houicha, Aida Ghechoud, Meryem Medjkane.

(Sección Oficial)

Sinopsis: Argelia, años 90. Nedjma, de 18 años, estudiante alojada en la ciudad universitaria de Argel, sueña con convertirse en estilista y se niega a que los trágicos sucesos de la guerra civil argelina le impidan llevar una vida normal y salir por la noche con su amiga Wassila. Al caer la noche, se escurre entre las redes del alambrado de la ciudad con sus mejores amigas para acudir a la discoteca donde vende sus creaciones a las ‘papichas’, las jóvenes argelinas. La situación política y social del país no deja de empeorar. Nedjma se niega a aceptar las prohibiciones de los radicales y decide luchar por su libertad e independencia organizando un desfile de moda.

'Papicha' toma un desfile de moda organizado por unas estudiantes como metáfora para mostrar la dificultad de la liberación de la mujer en la Argelia de los 90, en pleno auge fundamentalista. Lo más triste es que se basa en hechos reales y lo peor es que vemos que 20 años después aún hay lugares donde las mujeres aún no pueden expresarse libremente. Más allá del tema con el que es imposible no empatizar si se posee la más mínima sensibilidad, la película me deja bastante frío en su aspecto formal. Es cierto que gustará al gran público (obtuvo el Premio del Público en Seminci) y con una buena campaña publicitaria podría alcanzar cierto éxito, repitiendo algo parecido a lo que sucedió con 'Mustang' (Deniz Gamze Ergüven, 2015), film mejor armado con el que tiene bastantes semejanzas y que incluso estuvo nominado como mejor película de habla no inglesa, para lo que 'Papicha' también se postula como representante de Argelia. Bien acogida en Seminci, donde además del favor del Público, obtuvo el Premio 'Pilar Miró' al Mejor Nuevo Director para Mouina Meddour, la película me resulta algo maníquea en su planteamiento y me agota su realización que desde el inicio está basada en primerísimos primeros planos, demasiada cámara en mano y en querer enfatizarlo todo en exceso, llegando exhausto a su conclusión dramática. El film no te deja respirar, en muchos momentos necesitaba de planos generales que no llegaban, algo que podría ser positivo para mostrar la prisión en vida a la que son sometidas estas chicas, pero como truco no me parece lógico utilizar esa misma sensación en momentos distendidos y de felicidad entre el grupo de amigas, lo que me hace pensar que más que un recurso técnico de la directora, es una falta de dominio del espacio cinematográfico. Lo mejor de la peli es la naturalidad y el descubrimiento de la protagonista, Lyna Khoudri, que soporta sobre sus hombros toda la película y te mantiene la atención en la pantalla en los momentos en que la narrativa se enreda.

 

'THE FAREWELL' de Lulu Wang (Estados Unidos / China) -100 min.-
Intérpretes: Awkwafina, Tzi Ma, Diana Lin, Zhao Shuzhen, Lu Hong, Jiang Yongbo, Jim Liu, Gil Perez-Abraham, Ines Laimins.

(Sección Oficial)

Sinopsis: Billi, nacida en China y criada en Estados Unidos, vuelve a regañadientes a Changchún para descubrir que toda la familia sabe que a su amada matriarca, Nai-Nai, le quedan pocas semanas de vida y que todos han decidido no contárselo. Para garantizar su felicidad, se reúnen con el pretexto de una acelerada y alegre boda, uniendo a toda la familia separada en países extranjeros. A medida que Billi navega por un campo de minas de expectativas familiares y buenos modales, encuentra mucho que celebrar: una oportunidad de redescubrir el país que dejó atrás, el maravilloso espíritu de su abuela y los lazos que forjan vínculos, donde a veces no hace falta decir nada.

'The Farewell' es una de las sensaciones de la temporada, avalada por sus excelentes críticas en Sundance, también obtuvo su reconocimiento en Valladolid con el Premio de la Juventud y muy buena acogida por parte de crítica y público. Se trata de una comedia dramática amable y simpática que funciona muy bien a la hora de empatizar con el espectador, basada en las propias experiencias familiares de la directora Lulu Wang, también guionista, y que probablemente encantará al gran público si tiene una buena campaña de marketing en su distribución en España. Sin embargo, más allá de esa corrección narrativa y del carisma que desprende Awkwafina y el resto del elenco, el film resulta poco arriesgado y por momentos altamente edulcorado. Realizada por Lulu Wang, cineasta china afincada en Estados Unidos y que ha contado con la colaboración del Sundance Institute para realizarla, parece destinada a convertirse en la próxima "víctima" del establishment norteamericano tras Chloé Zhao, otra cineasta china afincada en Estados Unidos, que nos maravilló con la personalísima 'The Rider' (2017) y que ya ha sido captada para realizar una película de súper-héroes en los Estudios Marvel titulada 'The Eternals´. 'The Farewell' plantea de forma tangencial el tema del choque cultural y generacional con el tradicional y familiar, y otras cuestiones como si la verdad es siempre necesaria o si a veces una mentira piadosa puede hacernos más felices, pero en el fondo, la película lo que quiere es conectar con el público y entretener. 'The Farewell' es encantadora y conmovedora, nunca llega a caer en el sentimentalismo telefilmero, ni tampoco se excede con el humor, solo lo utiliza como descarga emocional. A mi se me queda en un medio tiempo que no logra emocionarme del todo, aunque lo bien definidos y la funcionalidad que poseen todos los personajes, hace que me vaya ganando y ablandando el corazoncito, películas así también se agradecen y sientan bien.

 

'EL PLAN' de Polo Menárguez (España) -79 min.-
Intérpretes: Antonio de la Torre, Raúl Arévalo, Chema del Barco.

(Sección Oficial)

Sinopsis: Son las nueve de la mañana de un caluroso día de verano en el barrio madrileño de Usera. Paco, Ramón y Andrade, tres amigos que llevan en paro desde que cerró la empresa en la que trabajaban, han quedado para ejecutar un plan. Cuando por fin se reúnen, un contratiempo les impide salir de casa: el coche que necesitaban para trasladarse está averiado. Mientras buscan otra manera de llegar a su destino, se ven envueltos en una serie de incómodas discusiones que poco a poco derribarán sus muros y arrancarán sus máscaras.

'El Plan' fue una película que inesperadamente levantó mucho revuelo y que tuvo una rueda de prensa "movida" con reproches al director, aplausos a su favor y abandonos prematuros de la sala. 'El Plan' es la adaptación al cine de la obra teatral de mismo título escrita por Ignasi Vidal, premiada como la Mejor Obra en los Premios Godoff 2015. Se trata de una extraña tragicomedia que pretende reflexionar sobre la toxicidad que provoca la construcción de la masculinidad en nuestra sociedad, de la que se ha vaciado gran parte de la comicidad que tenía el texto original. La historia gira en torno a tres hombres de mediana edad, desempleados, vagos y derrotados por la vida, interpretados por Antonio de la Torre, Raúl Arévalo y Chema del Barco, único actor que sobrevive del reparto original de la obra de teatro. A partir de ahí, la película se basa en las conversaciones de estos tres tipos, con diálogos a veces monótonos y a veces afilados, que van preparando el terreno sin que te des cuenta para la traca final, ese giro dramático que te pilla desprevenido y crea toda la controversia alrededor de la película por su aparente indefinición moral. El mayor problema que encontré en la película es que nunca logra desprenderse de su origen teatral y visualmente deja de interesarme, el cine es un formato distinto al teatro y sus mecanismos no funcionan igual. Para valorar la reflexión final de 'El Plan', hay que conocer la trayectoria de Polo Menárguez, joven director que proviene del documental y que no debuta en el largo de ficción con esta película como he leído repetidamente en algunas crónicas, ya lo hizo con una película titulada 'Dos Amigos' (2013), un film de guerrilla cuya temática entronca a la perfección con 'El Plan'. En su anterior obra, Menárguez, ya exploraba el concepto de masculinidad a través de la relación de dos amigos que comparten un fin de semana en un pueblo abandonado y se cuentan "batallitas", recordando y rememorando un pasado visto desde el desencanto del presente, también con una confesión final algo inesperada. Se podría decir que ambas películas completan un díptico sobre el mismo tema, en 'Dos Amigos', en bruto y con más credibilidad, y en 'El Plan', con mejor acabado y presupuesto, pero cayendo en la teatralidad. El problema de ambas obras es que la crítica inherente a la masculinidad mal entendida no acaba de llegar a todos los espectadores que pueden recibir ambas películas con un mensaje contrario al que pretenden.

 

'KIZ KARDEŞLER (A Tale of Three Sisters)' de Emin Alper (Turquía / Alemania / Países Bajos / Grecia) -107 min.-
Intérpretes: Cemre Ebüzziya, Ece Yüksel, Helin Kandemir, Kayhan Açikgöz, Müfit Kayacan, Kubilay Tunçer, Hilmi Ozcelik, Basak Kivilcim Ertanoglu.

(Sección Oficial)

Sinopsis: Reyhan (20), Nurhan (16) y Havva (13) son tres hermanas que viven con su padre en una remota aldea de la Anatolia central. Una tras otra son enviadas a la ciudad a trabajar como criadas en familias adoptivas con la esperanza de optar a una vida mejor, pero las tres se ven obligadas a regresar por circunstancias imprevistas. Reyhan lo hace embarazada y su padre Şevket se apresura a casarla con un pastor sin recursos. Havva, por su parte, regresa tras la muerte de su hermano adoptivo, víctima de una enfermedad terminal. A los pocos días, Nurhan retorna a la aldea de la mano de su padre adoptivo Necati. Por primera vez en varios años, Reyhan, Havva y Nurhan vuelven a estar juntas.

'A Tale of Three Sisters' es una de esas películas con un montón de cosas interesantes, pero que por alguna razón no acaba de funcionar en pantalla. Tiene una puesta en escena casi teatral, pero me gusta el partido que le saca la fotografía de Emre Erkmen, con momentos de gran belleza plástica incluso en las secuencias nocturnas con conversaciones a la luz de una hoguera. Se nos muestra con detalle la vida de esa familiar en una aldea y como la única salida posible para las tres hermanas del título es irse a trabajar como sirvientas de una familia con recursos de la ciudad, algo que se convierte en algún momento como en una competición entre ellas. La relación entre las tres hermanas, todas ellas de caracteres muy distintos, me interesa menos, sus discusiones desaceleran la cobertura de los aspectos más transcendentes de la película que, por momentos, podría considerarse una traslación libérrima de 'Las tres hermanas' de Antón Chéjov o algún fragmento de otra de sus obras. La película es un drama tan asfixiante como la vida rural de las mujeres en esa zona de la Anatolia turca, pero curiosamente las secuencias de mayor intensidad dramática son las que aparece el marido de la hermana mayor, un pastor analfabeto, acomplejado e inútil, que protagonizará los dos momentos claves de la película que giran en torno al fuego. La película peca de una excesiva verborrea que trunca el ritmo narrativo, haciendo que el espectador se aburra y se distancie de lo que le cuentan, con bastante más sustancia de lo que aparenta.

 

'ÖNDÖG (El huevo de dinosaurio)' de Wang Quan’an (Mongolia) -97 min.-
Intérpretes: Enkhtaivan Dulamjav, Aorigeletu, Batmunkh Noribuzhabu, Arild Gangtemuer.

(Sección Oficial)

Sinopsis: Una mujer desnuda aparece asesinada en la estepa de Mongolia. Durante una noche, un policía joven e inexperto tendrá que custodiar la escena del crimen. Dado que desconoce los peligros de aquellos parajes, se le encomienda a una pastora del lugar que le proteja a él y al cadáver. Se trata de una mujer resuelta de unos treinta y tantos años que sabe manejar un rifle y ahuyentar a los lobos. Ella se encarga de encender una hoguera para combatir el frío. El alcohol también ayuda a este propósito, así como la cercanía de los cuerpos que la mujer propicia. A la mañana siguiente, sus caminos se separarán.

'Öndög' fue la gran vencedora de esta edición de Seminci, logrando alzarse con la Espiga de Oro a Mejor Película y a la Mejor Fotografía para Aymerick Pilarski. Fue un premio discutido (para mi no discutible), ya que la proyección de la película causó reacciones polarizadas entre los que defendíamos la originalidad de la propuesta y los que veían en ella un ejercicio de estilo vacío de contenido. Es también 'Öndög´(El huevo del dinosaurio) una reflexión sobre el ciclo de la vida que puede dividirse en dos películas independientes. En la primera, tenemos un thriller policíaco atípico que se inicia con el descubrimiento del cadaver de una mujer desnuda en la fría estepa de Mongolia que deberá ser velado por la noche por un policía ingenuo e inexperto que intentará sobrevivir al frío y a los lobos mientras baila canciones como el 'Love Me Tender' de Elvis Presley, por suerte, recibirá la ayuda de una pastora curtida en lidiar con el clima y los animales salvajes. Toda esta parte está rodada en su mayoría con apabullantes planos generales lejanísimos que nos hacen disfrutar de unos paisajes espléndidamente fotografiados y nos sumergen de lleno en el peculiar ritmo de la película, lento, contemplativo, pero con humor absurdo y situaciones grotescas. Si 'Fargo' (1996) de los Hermanos Coen tuviera una adaptación autóctona en Mongolia, podría parecerse bastante a las primeras secuencias de 'Öndög'. A medida que cae la noche y nuestros dos protagonistas van intimando, los encuadres se van cerrando hasta que se consuma la incubación del huevo de dinosaurio que centrará la segunda parte del film. El huevo como símbolo generador de vida, cogiendo a los dinosaurios como metáfora del inicio del mundo, aprovechando que realmente el primer fósil de un huevo de estos seres fue descubierto en Mongolia. El director chino Wang Quan'an, autor de 'La boda de Tuya' (2006), se aleja del tono policiaco y del humor absurdo en la segunda mitad de la película y se centra en el personaje de la pastora, interpretada por Enkhtaivan Dulamjav, en su manera e entender la vida, su relación con otro pastor de la zona y su visión de la maternidad. En esta parte, hay un cambio de estilo narrativo y los encuadres se centran en la fuerza de esa mujer independiente de forma más intimista, hasta el cierre de ambas tramas. 'Öndög' es una película peculiar y con cambios de registros algo desconcertantes que pueden dificultar su visionado a los espectadores más impacientes, también utiliza puntualmente el recurso de la cámara lenta de forma creo que equivocada, pero si se entra en el microcosmos que plantea su director y uno de deja arrastrar por sus fascinantes imágenes desde el inicio, se encontrará un film de belleza arrebatadora, divertido y con una sencilla pero eficaz reflexión sobre la vida.

 

'INTEMPERIE (Out in the Open)' de Benito Zambrano (España / Portugal) -103 min.-
Intérpretes: Luis Tosar, Luis Callejo, Jaime López, Vicente Romero, Kándido Uranga, Juanjo Pérez Yuste, Adriano Carvalho, Manolo Caro.

(Sección Oficial - Inauguración)

Sinopsis: Un niño que ha escapado de su pueblo escucha los gritos de los hombres que le buscan. Lo que queda ante él es una llanura infinita y árida que deberá atravesar si quiere alejarse definitivamente del infierno del que huye. Ante el acecho de sus perseguidores al servicio del capataz del pueblo, sus pasos se cruzarán con los de un pastor que le ofrece protección y, a partir de ese momento, ya nada será igual para ninguno de los dos.

'Intemperie' supone el esperado regreso del director sevillano Benito Zambrano tras 8 años desde que se estrenara La voz dormida (2011). En ese periodo solo se le conocen un proyecto de documental, Caballos Locos, aún sin finalizar, y dos cortos, The Beginning (2016), pieza de 30 minutos sobre el acoso sexual en el mundo laboral protagonizada por Mar Saura, Sergio Peris-Mencheta y Juanjo Artero, y Bombería (2014), cortometraje publicitario para Campofrío que contaba con la aparición del malogrado humorista Chiquito de la Calzada, entre otros rostros cómicos ilustres. Intemperie tiene un reparto de lujo donde destacan Luis Tosar, Luis Callejo, Vicente Romero, Manolo Caro, Mona Martínez y el niño Jaime López.

Hay que reconocer que Intemperie, la vuelta al largo de Benito Zambrano, director de Solas (1999), Habana Blues (2005) o La Voz Dormida (2011), es por la puerta grande, con una de las películas españolas más importantes de la temporada. Pese a inaugurar con buena aceptación de crítica y público la pasada Seminci 2019, no estuvo incluida en el palmarés oficial, aunque sí recibió el Blogos de Oro que otorgan los medios online. Intemperie está basada en la novela homónima de Jesús Carrasco y tiene guion del propio Zambrano junto a Pablo y Daniel Remón, guionistas de prestigio que escribieron juntos los libretos de Casual Day (2008) o Cinco Metros Cuadrados (2011), y el primero de los hermanos, junto a Lino Escalera, el de la maravillosa y reivindicable No sé decir adiós (2017). Con esos mimbres era complicado no hacer una película interesante y con un texto rico en texturas cinematográficas.

Intemperie nos retrotrae a un universo de posguerra que bien podría emparentarse con el descrito por Miguel Delibes en Los Santos Inocentes o Las Ratas y sus posteriores adaptaciones al cine efectuadas, respectivamente, por Mario Camus en 1984 y por Antonio Giménez Rico en 1998. Varios de los temas tratados unen dichas obras, por ejemplo, la diferencia de clases y la opresión a la que son sometidos los pobres y sirvientes por parte de los señores de los cortijos con su visión feudalista de la sociedad. También el estilo narrativo tiene similitudes al retratar ese mundo árido, de absoluta pobreza y desprotección, de desesperanza e intemperie, fotografiado de manera espléndida por Pau Esteve, especialmente en los espacios abiertos y a plena luz del día que aquí se convierten en una inusual y asfixiante cárcel.

Zambrano, siempre comprometido en sus obras con el discurso social, nos presenta una obra desgarradora en fondo y forma, pero realizada a ritmo de western neorrural que la hace más digerible para todo tipo de público. Intemperie tiene momentos realmente claustrofóbicos, de violencia desnuda y con un terror psicológico muy físico y realista que nos hace sentir en nuestra piel el sufrimiento por el que pasan los personajes por culpa de la crueldad inherente al ser humano. El rencor, el perdón, la humillación y la dignidad son temas capitales que se tratan en esta road movie emocional que contrapone el ejercicio del poder posesivo de los ricos a la supervivencia de los desheredados y pobres. Intemperie es un film que nos mantendrá toda la proyección con el corazón en un puño como en esa hilarante secuencia protagonizada por Manolo Caro donde se mezcla la novela picaresca con la parte más oscura de los cuentos de los Hermanos Grimm.

Intemperie está protagonizada por Luis Tosar, en otro de sus papeles para el recuerdo, un pastor solitario que reúne todos los códigos del pistolero de los westerns clásicos. Junto a él, los malos malísimos Luis Callejo y Vicente Romero, que lo bordan, algunos secundarios de lujo como el citado Manolo Caro o Mona Martínez, y el niño Jaime López, al que ya pudimos ver en Techo y Comida (Juan Miguel del Castillo, 2015), y que es el verdadero protagonista del film, soportando con bastante soltura sobre sus hombros todo el peso de la narración. Intemperie de Benito Zambrano, es una película dura y realista, realizada a ritmo de western neorrural, con interpretaciones destacables de todo el elenco, y que se convertirá en una de las apuestas del cine español más importantes de esta temporada. Intemperie es un western neorrural sobre la dignidad del ser humano.

 

'BASHTATA (The Father)' de Petar Valchanov, Kristina Grozeva (Bulgaria / Grecia) -87 min.-
Intérpretes: Ivan Barnev, Ivan Savov, Tanya Shahova, Hristofor Nedkov, Nikolay Todorov, Boyan Doychinov, Margita Gosheva, Ivanka Bratoeva.

(Sección Oficial)

Sinopsis: El día siguiente al fallecimiento de Valentina, su desconsolado marido Vassil y su hijo Pavel descubren que la difunta no deja de realizar llamadas al teléfono de una vecina. Vassil, que es un crédulo aficionado a los fenómenos paranormales, emprende un viaje con el fin de entrevistarse con un reputado parapsicólogo. Su determinación termina por obligar a su hijo, del que se encuentra distanciado, a acompañarlo para evitar que su anciano padre, que no parece estar enteramente en sus cabales, corra peligro.

'Bashtata' fue una de mis decepciones de este Festival. Hay que recordar que los directores búlgaros Petar Valchanov y Kristina Grozeva, debutaron con 'La lección' (2014) y que posteriormente realizaron la magnífica y reivindicable ' Un minuto de gloria' (2016). Este tercer trabajo del tándem venía precedido con el Crystal Globe a la mejor película en el Festival de Karlovy Vary, así que parecía que estábamos ante una obra del mismo nivel. Sin embargo, ‘Bashtata (The Father)’ es una tragicomedia fallida que no encuentra el equilibrio entre los ingredientes de que se compone, se podría decir que es como una mermelada de membrillo sin azúcar (utilizando el leit motiv de una de las mejores y más divertidas secuencias de la película). Los personajes resultan antipáticos, resulta complicado empatizar y entender las acciones tanto de ese padre derrotado por la muerte de su mujer y al borde de perder el juicio, como del mentiroso compulsivo en que se convierte su hijo. Tampoco funciona la combinación entre comedia y drama, pesando mucho más este segundo apartado cuando lo hilarante de la historia parecía encajar mejor dentro del absurdo, especialmente todo el tramo relacionado con lo parapsicológico acaba siendo un recurso bastante descafeinado al que podría habérsele extraído más jugo. Película que se deja ver en la distancia, con un par de momentos divertidos, pero que deja menos poso del que pretende.

'CAT IN THE WALL (Un gato en la pared)' de Mina Mileva, Vesela Kazakova (Bulgaria / Reino Unido / Francia) -92 min.-
Intérpretes: Irina Atanasova, Angel Genov, Orlin Asenov, Gilda Waugh, Chinwe A. Nwokolo, Kadisha Gee Kamara, Jon-Jo Inkpen, John Harty.

(Sección Oficial)

Sinopsis: La vida en un grupo de viviendas municipales en el Londres del Brexit: los planes de gentrificación pasan una factura astronómica a los propietarios y agravan la situación social del vecindario. En el ojo de la tormenta, Irina, una madre soltera de origen búlgaro, intenta triunfar como arquitecta y se niega a vivir de los subsidios como la mayoría de sus vecinos. Es ella quien galvaniza el descontento y anima a los propietarios para que recurran ante el ayuntamiento los pagos que se les exigen, pero sus vecinos ingleses le aseguran que cualquier intento de combatir al sistema está condenado al fracaso. La familia de Irina y sus convecinos que dependen de las prestaciones sociales entran en conflicto por la posesión de un gato.

'Cat in the Wall' es la primera película de ficción del tándem formado por las búlgaras Mina Mileva y Vesela Kazakova, tras el rodaje de tres documentales juntas. Siempre comprometidas con temas sociales, aquí abordan la gentrificación, es decir, el proceso de transformación de edificios ubicados en barrios humildes que tras su rehabilitación aumentan los precios de los alquileres, obligando en muchos casos a que los habitantes originarios deban abandonar sus hogares al no poder hacer frente a los nuevos costes. Un fenómeno que según las propias directoras, es bastante común en el Reino Unido que es donde se sitúa la acción de la película, en un barrio de inmigrantes en la periferia de una gran ciudad. Las propias Mileva y Kazakova son inmigrantes y nos hablan de una situación que conocen y han vivido en sus carnes. Ese punto de partida les sirve para profundizar, siempre desde el humor y un tono ligero, en temas como el racismo y el prejuicio existente ante los inmigrantes, especialmente en situación de crisis económica y en pleno Brexit. Todos esos elementos les permiten crear una crítica social bastante certera que hubiera podido ser perfectamente la base de cualquier película de Ken Loach, aunque aquí se adereza con un humor cercano a la farsa y algo de mala baba. Es cierto que el discurso se dispersa un poco y que el ritmo narrativo es irregular, pero la propuesta me pareció mucho más interesante y con suficiente jugo para captar más atención de la que que recibió en el Festival, no en vano pasó por Locarno y Sarajevo con éxito. Además, la protagonista, Irina Atanasova, está fantástica y muy divertida en ese papel de inmigrante digna que busca ser reconocida como arquitecta sin ningún tipo de ayuda económica para subsistir, aunque el coste final sea vivir como ese gato que los protagonistas acogen (roban) y que se esconde asustado en un agujero del que no quiere salir.

 

'BERGMÁL (Echo)' de Rúnar Rúnarsson (Islandia / Francia / Suiza) -79 min.-
Intérpretes: Sigurmar Albertsson, Bent Kingo Andersen, Sif Arnarsdóttir, Ari Arnarson, Finnur Arnar Arnarson, Árni Arnarson, Gísli Már Arnarsson, Jon Magnus Arnarsson.

(Sección Oficial)

Sinopsis: Islandia en Navidad. Todo el mundo se prepara para las fiestas mientras una atmósfera especial, en la que se mezclan la emoción y el nerviosismo, se adueña del país. En medio del campo una granja abandonada es pasto de las llamas. En la escuela, un coro infantil entona villancicos. Los pollos desfilan por el carril de un matadero. En un museo, una mujer discute al teléfono con su exmarido. En el cuarto de estar de una casa, una muchacha le prueba a su abuela unas gafas de realidad virtual recién compradas… A lo largo de 56 escenas, Bergmál traza una semblanza, tierna a la vez que mordaz, de la sociedad moderna.

'Bergmál' se alzó con el Premio a Mejor Director, el islandés Rúnar Rúnarsson, en una película que dividió a público y crítica en sensaciones polarizadas dado lo extravagante de la propuesta. Y es que la película no tiene la estructura habitual de planteamiento, nudo y desenlace, sino que arma su discurso crítico sobre la sociedad moderna a través de 56 escenas o pedazos de cotidianidad donde da rienda suelta a su peculiar humor con mejor o peor suerte, pero sin continuidad argumental más allá de situar todas esas escenas en el mismo espacio temporal de las fiestas navideñas. Curiosamente, la película se convirtió en la favorita de muchos, mientras que a otros, entre los que me incluyo, nos resultó un ejercicio vacuo que se enreda en su propia propuesta narrativa. No le resto méritos a determinadas escenas muy concretas que funcionan como micro-cortometrajes independientes y en un par de minutos trazan una idea genial que le sirve a su director para caricaturizar con sarcasmo a la sociedad de las nuevas tecnologías, por ejemplo, pero en general hay demasiadas píldoras a modo de secuencias que no aportan nada, no son divertidas y que lo único que consiguen es alargar este caleidoscopio minimalista, menos ingenioso y ácido de lo que aparenta, pero que en su conjunto resulta deslavazado, caótico y finalmente aburrido. Rúnarsson es un director de Festivales, hay que recordar que su anterior película 'Sparrows (Gorriones)', ganó la Concha de Oro del Festival de San Sebastián en 2015, aunque también obtuvo reacciones dispares entre el público y su estreno posterior pasó absolutamente desapercibido.

 

'DA CVEN VICEKVET (And Then We Danced)' de Levan Akin (Suecia / Georgia / Francia) -106 min.-
Intérpretes: Levan Gelbakhiani, Bachi Valishvili, Ana Javakishvili, Giorgi Tsereteli, Tamar Bukhnikashvili, Marika Gogichaishvili, Kakha Gogidze, Levan Gabrava.

(Sección Oficial)

Sinopsis: Merab lleva ensayando desde que era muy joven en la Compañía Nacional de Danza de Georgia con su pareja de baile, Mary. De repente, su vida da un vuelco cuando aparece el despreocupado y carismático Irakli y se convierte en su rival más poderoso, pero también en su mayor objeto de deseo. En una atmósfera conservadora, Merab se enfrenta a la necesidad de liberarse y arriesgarlo todo en el empeño.

'And Then We Danced' es para mi la mejor película de esta Seminci 2019, desde que la vi se convirtió en mi favorita y ninguna otra pudo desbancarla. La película utiliza la danza georgiana como metáfora sobre la necesidad de adaptar las tradiciones a los nuevos tiempos, todo ello visto a través de los ojos curiosos de un joven bailarín en pleno descubrimiento personal y sexual. El mundo establecido del joven se tambaleará con la aparición de un nuevo bailarín que en un principio se convertirá en rival y centro de sus celos, para más tarde hará florecer en su interior un inesperado deseo carnal que le hará replantearse su rumbo profesional y emocional. Me sorprendió que algunos quisieron compararla con 'Call me by your name' (Luca Guadagnino, 2017), como si ésta hubiera descubierto la homosexualidad en el cine, pero más allá de eso no concibo demasiadas otras semejanzas, es más, el cine de Guadagnino hasta la fecha me ha interesado bien poco y me parece tan inflamado como almibarado, todo lo contrario de este film de Levan Akin, rodado con una sensibilidad y maestría tras la cámara que te desarma como espectador. Akin, sueco de origen georgiano, puede aportar la distancia suficiente, pero también el conocimiento real sobre esa sociedad con problemas de identidad que aún no sabe aceptar las distintas inclinaciones sexuales de las personas y que en mayor o menor medida puede extrapolarse al resto de sociedades de países presuntamente civilizados. Pero lo bonito de esta película es como se trata el tema de las tradiciones y como de necesario es su actualización a la época actual, cogiendo como ejemplo la masculinidad exigida en los movimientos de la danza georgiana, se nos propone una reflexión certera que se plasma con una última secuencia de baile arrebatadora. Más allá del tema y de una fantástica coreografía de cámara, la película tiene unas interpretaciones brillantes y llenas de frescura, especialmente de Levan Gelbakhiani, que se llevó la Espiga a Mejor Actor (estaba en casi todas las quinielas) y de Ana Javakishvili, en un papel más secundario en ese triángulo sentimental, pero que resulta increíblemente expresiva, siendo ambos actores debutantes. La película también obtuvo la Espiga Arco Iris.

 

'UN DIVAN A TUNIS (Arab Blues)' de Manèle Labidi (Francia) -88 min.-
Intérpretes: Golshifteh Farahani, Hichem Yacoubi, Majd Mastoura, Aïcha Ben Miled, Moncef Anjegui, Feriel Chamari, Amen Arbi, Ramla Ayari.

(Sección Oficial)

Sinopsis: Después de estudiar durante varios años en Francia, Selma abre su propia consulta psicoanalítica en un popular suburbio de Túnez, justo después de que tenga lugar la revolución social y política de la Primavera Árabe. Pese a que los comienzos son difíciles, la demanda pronto comienza a sobrepasar sus capacidades. Sin embargo, para poder lograr que su negocio siga creciendo necesita un tipo de certificación especial de la que ella carece. Mientras trata de hacer todos los trámites administrativos necesarios para cumplir su sueño, Selma se reencuentra con un pasado que creía haber dejado atrás.

'Un Divan a Tunis (Arab Blues)' es una comedia ligerísima y algo telefilmera sobre las dificultades de una mujer tunecina que regresa a su país de origen tras vivir varios años en Francia. La idea de establecerse como psicoanalista en un país donde su profesión no se comprende, podía haber dado un juego cómico con reminiscencias de Woody Allen o del mejor cine francés, sin embargo, el tono superficial y banal que impregna toda la trama no deja lugar para la reflexión ni la originalidad. Es una pena, porque la historia hubiera permitido excarvar un poco más allá para profundizar desde el humor en el choque cultural, el generacional y, también, mostrar la búsqueda de una mujer moderna y europeizada en encontrar su lugar en una sociedad aún en plena apertura ideológica, especialmente en cuanto a la liberación e independencia económica de la mujer. La película está escrita y dirigida por la debutante directora franco-tunecina, Manèle Labidi, que hasta la fecha había dirigido un corto 'Une chambre à moi' (2018) basado en un ensayo feminista de Virginia Woolf, y que probablemente haya vertido en su primera historia de largometraje algunas de sus vivencias en carne propia, aunque cinematográficamente aún se le nota muy verde. Pese a que me parece una comedia floja de la que solo me interesa su curiosa selección musical y una estupenda Golshifteh Farahani en el papel protagonista, puede ser una película comercial como demuestra el premio del público de la sección Giornate degli Autori en el Festival de Venecia.

 

PUNTO DE ENCUENTRO

'TICHÉ DOTEKY (A Certain Kind of Silence)' de Michal Hogenauer (República Checa / Países Bajos / Letonia) -96 min.-
Intérpretes: Eliska Krenková, Jacob Jutte.

(Punto de Encuentro)

Sinopsis: Mia, una joven checa, empieza a trabajar como au-pair en el extranjero para una familia acomodada. Su labor consiste en cuidar del hijo de la familia, que tiene diez años, mientras cumple una larga serie de extrañas normas que le dictan sus empleadores. Poco a poco, Mia empieza a incumplir sus propios estándares morales y a descuidar la relación con el niño que está a su cargo como consecuencia de la manipulación a la que está siendo sometida.

'A Certain Kind of Silence' fue una de las sorpresas agradables de esta Seminci y, por desgracia, una de las películas que pasó más desapercibida entre su extensa programación. El film es un tenso y extrañísimo drama sobre una joven checa que empieza a trabajar como au-pair en el extranjero, pero lo que podría haberse convertido en un drama social al uso sobre las dificultades de adaptación de los extranjeros que son explotados en los países más desarrollados económicamente, pronto comienza a virar hacia el thriller atmosférico teñido de la malsana negrura que posee el universo de Yorgos Lanthimos, algo que no dejará indiferente al espectador, para bien o para mal. A partir de ahí, el infierno de las au-pairs llevado a un extremo casi distópico que sin embargo se inspira en hechos reales, nos conducirá por una senda donde la moralidad tiene otros códigos, de su comprensión y adaptación a ellos dependerá que la joven protagonista conserve su trabajo y no sea deportada a su país. La película está narrada a través de los ojos de la chica, interpretada por un estupenda Eliska Krenková, en una especie de constante flashback explicativo en lo que parece una declaración en un interrogatorio fragmentado que se va intercalando a la acción, lo que ya nos sitúa desde el principio en la expectativa de que algo extraño va a suceder. 'A Certain Kind of Silence' está escrita y dirigida por el debutante cineasta checo, Michal Hogenauer, que logra un film de suspense con reminiscencias estéticas de Lanthimos y Haneke, y un tratamiento minimalista del mundo de las sectas o, si se prefiere, de la manipulación de la mente de las personas, como el que efectúa la magnífica 'Martha Marcy May Marlene' (Sean Durkin, 2011). Un film interesante que te absorbe en su universo amoral y minimalista, frío como el témpano, tanto como su paleta de colores con interiores muy bien fotografiados por Gregg Telussa. La película también puede verse como una alegoría social sobre la manipulación social a la que nos vemos sometidos y que va esculpiendo nuestros códigos éticos y morales a lo largo de nuestra vida, códigos que consideramos como nuestros y tal vez sean fruto de esa manipulación, la reflexión está servida.

'NECH JE SVETLO (Let There Be Light)' de Marko Škop (Eslovaquia / República Checa) -93 min.-
Intérpretes: Milan Ondrík, Frantisek Beles, Zuzana Konecná, Lubomír Paulovic, Katarina Kormanakova, Maximilian Dusanic, Daniel Fischer, Csongor Kassai.

(Punto de Encuentro)

Sinopsis: Milan, de 40 años, tiene tres hijos y trabaja en la construcción en Alemania para mantener a su familia, que vive en Eslovaquia. Mientras pasa las vacaciones navideñas con los suyos, descubre que su hijo mayor, Adam, pertenece a una organización juvenil paramilitar. El muchacho se ve implicado en un caso de acoso escolar que desemboca en la muerte de un compañero de clase.

'Let There Be Light' fue uno de los sorpresones de esta edición de Seminci, para todo aquel que tuvo la suerte de verla, ya que incomprensiblemente competía en la Sección Punto de Encuentro, siendo muy superior a varias de las propuestas presentadas en la Sección Oficial. La película va mutando lentamente y sin que el espectador se de cuenta, pasando por un inicio titubeante donde parece que estamos ante una comedia familiar costumbrista, que poco a poco se va ennegreciendo desde la sutileza hacia un drama asfixiante que le sirve a Marko Škop, para reflexionar sobre la podredumbre ideológica que se gesta en las comunidades cerradas en sí mismas. Par ello, seguiremos el punto de vista de ese padre de familia, coleccionista de armas, que tendrá que tomar partido cuando descubre que a su alrededor se está gestando el huevo de la serpiente entre los más jóvenes del pueblo, incluido su hijo. Hay que recordar que la acción se sitúa en un pueblo de Eslovaquia, un pequeño país con apenas 25 años de existencia tras la caída del comunismo y su escisión de Checoslovaquia, un país que acentúa su aislamiento por su orografía y climatología, los Cárpatos, los bosques, la nieve y el frío. La película narra muy bien esa sensación de aislamiento del mundo exterior, de comunidad cerrada, de grupo ideológico con tintes fanáticos que infecta todas las instituciones y rincones, aunque nadie parezca querer hablar de ello. En este caso, la persecución del "diferente" se centra en la homosexualidad y el silencio cómplice de muchos se convierte en una aprobación tácita que el protagonista no comprende e intentará cambiar, logrando convertirse como es lógico en la oveja descarriada de esa comunidad profundamente católica. La película obtuvo una Mención Especial de la Espiga Arco Iris y es la candidata para representar a Eslovaquia en los Oscar en la categoría de Mejor Película de habla no inglesa.

 

'HAVA, MARYAM, AYESHA' de Sahraa Karimi (Afganistán / Irán / Francia) -86 min.-
Intérpretes: Fereshta Afshar, Arezoo Ariapoor, Hasiba Ebrahimi.

(Punto de Encuentro)

Sinopsis: Tres mujeres afganas de diversa extracción social que viven en Kabul se enfrentan a una importante encrucijada. Hava, una mujer tradicional embarazada y de la que nadie parece ocuparse, vive con sus suegros. Maryam, una mujer culta, está a punto de que su infiel marido, que ha descubierto su embarazo, se divorcie de ella. Ayesha, una muchacha de 18 años, acepta casarse con su primo porque se encuentra embarazada de su novio, quien ha desaparecido.

'Hava, Maryam, Ayesha' es un interesante, pero irregular, retrato episódico sobre tres mujeres afganas embarazadas que se sienten atrapadas por un sistema patriarcal que no parece tenerlas en cuenta. En el primer segmento, conoceremos a Hava, una mujer que vive de manera humilde en casa de sus suegros y que, pese a su avanzado estado de gestación, debe ocuparse de los quehaceres de la casa sin ningún tipo de ayuda y siendo ninguneada tanto por un marido ausente y fiestero como por un suegro déspota. Este primer episodio es el mejor, un segmento claustróbico y lleno de tensión dramática que nos hará sufrir por su protagonista, mostrando con realismo y dureza una situación aún demasiado común en determinados países. Tras ese estupendo inicio, la película cae en el sopor absoluto durante el segundo segmento donde conoceremos a Maryam, una mujer moderna e independiente que podría haber dado paso a un relato mucho más interesante al mostrar un tipo de mujer árabe de la que no se suele hablar en el cine, culta, independiente económicamente y alejada de las tradiciones más rancias, sin embargo, este segmento tiene una trama aburrida y repetitiva que se centra en una ruptura matrimonial al uso, casi exclusivamente mostrada mediante una conversación telefónica, lo que da poco juego escénico. En el tercer segmento conoceremos a Ayesha, una joven que se compromete para una boda concertada con su primo, al tiempo que debe lidiar con su embarazo del hombre al que realmente ama. La historia no es nueva y la hemos visto en cientos de películas que retratan estos temas, aunque hay que reconocerle cierta fuerza en su puesta en escena, con algunos momentos de angustia hacia el final del episodio. La película se cierra bien con la confluencia de las tres historia en un revelador plano final. Es la candidata para representar a Afganistán en los Oscar en la categoría de Mejor Película de habla no inglesa, lástima de ese aburrido segundo segmento..

Enviado Especial UC (Daniel Farriol).